La fecha fue establecida por las Naciones Unidas en 2008, en conmemoración del bombardeo de la sede de la ONU en Bagdad en 2003, donde murieron 22 personas, incluidos varios trabajadores humanitarios. Desde entonces, el día se ha convertido en una oportunidad para reflexionar sobre los desafíos que enfrenta el personal humanitario, así como sobre las crisis que afectan a millones de personas en todo el mundo, desde conflictos armados hasta desastres naturales.
Cada año, el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria se centra en un tema específico que resalta la urgencia de la situación humanitaria global. En este contexto, se llevan a cabo diversas actividades, como campañas de sensibilización, eventos en redes sociales y conferencias, que buscan movilizar apoyo y recursos para quienes más lo necesitan.
La asistencia humanitaria no solo implica proporcionar alimentos, agua y atención médica, sino que también abarca la protección de los derechos humanos y la dignidad de las personas afectadas. A través de su trabajo, los humanitarios promueven la paz, la justicia y la solidaridad, valores fundamentales en un mundo cada vez más polarizado.
En un momento en que las crisis humanitarias se multiplican y se agravan, el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria nos recuerda a todos la responsabilidad colectiva de apoyar a quienes están en necesidad y de valorar el trabajo valiente y desinteresado de los que se dedican a ayudar a los demás. Es un llamado a la acción para que gobiernos, organizaciones y ciudadanos se unan en la lucha por un mundo más justo y compasivo.